martes, 8 de mayo de 2012

El vuelo Chicago - Shangai

Nos tomamos el vuelo de Chicago a Shangai el lunes a las 10.40 am de Chicago. El vuelo dura 14 horas y llegamos a Shangai a las 14.30 hora de Shangai. Esto es como un túnel del tiempo!
El avión es gigante; los anteriores tenían 6 o 7 filas, este avión tiene 9, y es más espacioso. Menos mal que es un poquito más grande, porque así podemos estirar más las piernas y poder soportar las 14 horitas más cómodamente.
 
Nos costó bastante completar la previa al vuelo: hacer el check in nos insumió más de ½ hora; al principio nos paramos en la primera estación de computadoras para hacer el check in automático. No pudimos. Es imposible pasar el pasaporte por el lector de barras. Averiguamos, y lo hicimos en el mismo mostrador donde te pesan la valija grande que va en la bodega.
 
Luego la inspección de seguridad del aeropuerto: metimos la pata con algunas cosas nos abrieron 2 mochilas, la de Naty y la mía y a mí me sacaron el protector solar que era de más de 200 ml. Qué gila!!! A Naty le perdonaron que llevara un tarro gigante de Xanapie, tuvo suerte.
Una vez adentro del aeropuerto no nos fue tan mal, nos subimos al avión, y enseguida estábamos despegando. El despegue pensé que iba a ser más complejo, por el tamaño del avión, sin embargo se sntió bastante parecido al de los aviones más pequeños.
 
Comenzaron las 14 horas de vuelo, bastante bien ya que enseguida del despegue nos trajeron un snack y una bebida. Al ratito el almuerzo! No me daba el tiempo de hacer la digestión. Le saqué foto al almuerzo, siempre le saco foto a las comidas, porque sé que mi madre me va a preguntar qué comí. El almuerzo fue polentoso: bifes en una salsa muy gustosa, con chauchitas y arroz de acompañamiento. Esta fue la primera vez que probamos la textura del arroz asiático (a pesar de volar en American Airlines): es muy pastoso, y eso explica por qué los asiáticos lo pueden agarrar tan fácilmente con los palitos. Luego teníamos ensalada de lechuga y tomate, y una bandejita con una especie de pescado-pollo frío, que estaba bien rico. De postre brownie de chocolate! Nos partimos la boca!!!
 
Las películas del avión no nos convencieron, así que optamos por el combo de jueguitos electrónicos: salió campeonato de tetris. Luego dormimos una siesta, no sé cuántas horas  habrán sido, pero entre 2 y 4. Me desperté a las 5 y pico de Uruguay, ya ni sé qué hora era en China, ni en Chicago. El horario pasó a ser el del organismo. Y al ratito, la merienda.
 
Pensamos que se vendría cafecito, tostadas, o galletitas, en fin, algo dulce. Y vimos venir una cajita de american para cada  uno. ¿Qué habrá adentro? La tocamos, estaba fría… desconcierto… la abrimos: un sandwich de pollo! Chan! Y con un sobre de mayonesa! Bo! Son las 6 de la tarde ora organismo! No me puedo clavar una burger de pollo con mayonesa! La hamburguer que Gaby no se comió va para la mochila para ahorrar la merienda (Son mas días en Nepal!!) Entonces le pedimos café con leche a la azafata, y comimos las galletitas que teníamos en la mochila, que habían sido el desayuno antes del aeropuerto.
 
En USA el tema del café es diferente: para café negro le tenes que pedir “Black coffee”, y creemos que “coffe” solo es nuestro querido cafecito con leche. Pero por las dudas nosotros siempre aclaramos “coffee with milk”. Pero esto nos trajo una sorpresa: lo pedimos y no tenía azúcar. “Excuse me, can I have some sugar, please?”, le dijimos a la azafata, y nos contestó que para la próxima le pidiéramos “coffee with milk AND sugar”, porque nuestro pedido había sido tan específico, que ella entendía que no queríamos azúcar, le pareció raro pero no nos la ofreció antes. Una cosa más aprendida. Seguramente en China las cosas sean diferentes, y tengamos otras cosas nuevas que aprender, pero todo sirve, “el saber no ocupa lugar”, je.
 
Varias veces durante el trayecto chusmeamos el estado de la ruta, en la pantalla del avión. Te va mostrando todo el trayecto en el mapa desde la salida, y lo que falta hasta el destino, los metros de altitud a la que volamos, la velocidad a la que vamos, y la temperatura afuera del avión. El trayecto total al inicio eran 11.347 km y volamos aproximadamente a 9.500 mts de altura casi todo el viaje, a unos 1.000 km por hora.
Es buenísimo comparar la idea previa que uno tiene de las cosas, con lo que en realidad son: en el mapa, si lo vemos como habitualmente hacemos, es decir, con USA al norte y a la izquierda, la ruta hace como una U invertida: sube hasta el norte de USA, pasa por el polo norte, y luego baja, por Rusia hasta llegar a China. “Qué ruta rara”, pensamos, “no sería más corto hacerlo recto?”. Y confirmamos que somos unos chongos: la ruta más corta debe ser la que efectivamente recorre el avión, yendo al polo norte primero y luego “bajando” hasta China. Por eso somos contadores y no pilotos, jeje!
 
Y acá vamos, transcurrió más de la mitad del viaje y no lo sentimos para nada pesado: ya hicimos 2 comidas, dormimos, jugamos, y ahora estamos relatando, y leyendo libros: yo sigo con el Diario de Ana Frank, y Fabian comenzó “El peso de la cruz”, de Amado.
 
Estamos ansiosos de toparnos con el choque cultural Chino. Ya tuvimos un pequeño adelanto en el aeropuerto, cuando vimos muchos chinitos antes de subir al avión, escuchando las indicaciones de su azafata bilingüe, en Chino y en Inglés. También nos divertimos mucho con una amigüita que nos hicimos en los asientos del aeropuerto: una chinita de aproximadamente 4 años, que nos hacía morisquetas y se reía con nosotros. Todo era muy normal, hasta que la chinita inesperadamente cerró los ojos, y nos sacó la lengua! 
Muy fuerte! Realmente era un poema la metamorfosis que hizo la niña al poner esa cara! Era muy graciosa, y estallamos en risa, espero que la madre haya pensado que nos seguíamos riendo CON ella. Se pasó la chinita! Le saqué una foto para que conozcan a este personaje!! Luego había un bebito más chiquito, con una carita muy particular. Los botijas tenían unos peluches con forma de pájaros y empezamos a imitarlos con nuestros pasaportes!!
 
El cruel de Fabian decía que se parecía a un alien. (era uno de esos muñecos del caso Roswell con la cabeza ancha a la altura de las orejas que se va afinando hacia abajo hasta el mentón FOTO DE EXTRATERRESTRE PARA MOSTRAR SIMULITUD) Risas otra vez. No podemos empezar así muchachos… en algún momento se van a dar cuenta…. Je.
 
Luego en el avión, la señora china que está del otro lado del pasillo a nuestra altura, también, un show aparte. Primero le pidió ayuda a Fabi para subir la valija al compartimento de arriba. Bien. Luego le pidió ayuda a la azafata, para reclinar el asiento. Nota: para reclinar el asiento solo hay que tocar un botón. 
Luego, entre medio del almuerzo y la merienda, se clavó terrible pomelo que no sabemos de dónde lo sacó! 
Fue mortal! Debe haber roto el baño después de ese Pomelo…..más los chinos que comen arroz y garbanzo en todas las comidas!! Lo cortó a la mitad, y lo empezó a chupetear, y había perfume a pomelo en todo nuestro sector del avión, jaja. Muy graciosa. Además hace calor en el avión, no mucho, pero la china está muerta de frío pobre, se pasó el viaje entero con la manta y con terrible campera. Obvio, para un oriundo de Chicago hace tremendo calor, pero para ellos debe hacer terrible frío! Para nosotros es intermedio, tirando a calor. Yo ni saqué la frazada.
 
En este momento faltan exactamente 6 horas para llegar, y estamos disfrutando de un genial paisaje. Estas pasando por arriba de Siberia, es impresionante la vista!! Son montañas congeladas, con una especie de ríos atravesándolos muy salado!! Sacamos fotos!
 
Vamos a ver si el cambio de horario nos afecta, por suerte pudimos dormir bastante pero ya estamos con ganas de bajar, lo bueno de estos vuelos que aprovechamos a descansar un poco que veníamos caminando mucho en Chicago y sobre todo en Miami que no paramos un segundo….ahora vamos a pegar una caminata para estirar las gambas
 
Ya falta menos…..

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